La central y el agua

Todas las centrales eléctricas que emplean turbinas de vapor, tanto las que utilizan combustibles fósiles como las nucleares, necesitan de una fuente de agua como refrigerante para producir la condensación del vapor que, al expansionarse en la turbina, mueve el generador y produce energía eléctrica.

Galería multimedia: foto de la central con el río en primer plano

En el caso concreto de la central nuclear de Cofrentes (CN Cofrentes) se utiliza el sistema de refrigeración en circuito cerrado.

El caudal medio del río Júcar, en la zona donde está situada la central, es de 43 m3/s, habiendo sido concedido para el uso de la misma un caudal de 1,1 m3/s, con una limitación anual de volumen máximo total consumido de 20 Hm3/año.

De este caudal, una parte, 0,75 m3/s, se evapora en las torres de tiro natural y el resto, 0,35 m3/s, retorna nuevamente al río a través de un único punto de vertido controlado y, tras una serie de análisis químicos y radioquímicos previos en los que se determina la potabilidad radiológica acorde con los requisitos exigidos por la Confederación Hidrográfica del Júcar, especificados en el “Reglamento de Vertidos de CN Cofrentes” validado por el Consejo de Seguridad Nuclear.

En la central se controlan y supervisan las características de los vertidos antes de proceder a su liberalización al río, con el fin de mantener la calidad del agua dentro de los límites fijados por la Autorización Administrativa correspondiente. Este proceso se ve facilitado por el hecho de disponer de dos balsas de vertidos y un único punto de emisión.

El tipo de refrigeración utilizado aísla sensiblemente la central del medio, por lo que los efectos térmicos y biológicos de ella sobre el río son prácticamente inapreciables.